domingo, 11 de fevereiro de 2007

El Gobierno modificará la ley para impedir los castigos físicos a los hijos

Madrid, 10 febrero 2007. Se acelera el proceso de disolución de la familia y de los vínculos paternofiliales. No iban a detenerse en el simulacro de matrimonio entre aberrosexuales, en la adopción de niños por pervertidos, o en la "Educación para la Ciudadanía". Copiamos la noticia de los diarios del grupo Vocento (los cuales son ediciones del bilbaíno El Correo Español --ahora El Correo a secas--, diario arrebatado al Tradicionalismo; sea a título de magra restitución):

El Gobierno modificará la ley para impedir los castigos físicos a los hijos
Se incluirá una disposición adicional en la ley de adopciones extranjeras, que también blinda los derechos de los menores

MIGUEL LORENCI/MADRID

El Gobierno modificará el artículo 154 del Código Civil para eliminar «cualquier posibilidad de castigo físico» de padres a hijos. Da así satisfacción a las demandas realizadas por diferentes organizaciones no gubernamentales para garantizar los derechos de los niños, según anunció ayer el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la última en su cargo.

Según el Código Penal, el castigo físico a menores por parte de los padres lleva aparejadas penas de cárcel de entre dos y cinco años siempre que suponga una lesión «que menoscabe la integridad corporal o la salud física y mental» del niño. Sin embargo, el Código Civil reconoce actualmente en su artículo 154 la posibilidad de que los padres puedan «corregir razonable y moderadamente a sus hijos». La reforma del artículo 154 del Código Civil aludida por el ministro se llevará a cabo mediante una disposición adicional de la ley de adopciones internacionales, cuya tramitación inició ayer el Ejecutivo tras dar el visto bueno a un informe sobre la norma presentado por el titular de Justicia. En concreto, López Aguilar señaló que esta disposición adicional a la ley permitirá «cumplir objetivos contraídos por este Gobierno y validados por el Parlamento en reiteradas ocasiones en esta legislatura».

Tras destacar la «preocupación» de organizaciones no gubernamentales como Save the Children en relación con el castigo físico a los menores, así como sus reivindicaciones para terminar con estas prácticas, López Aguilar manifestó que gracias a esta modificación legal «se elimina cualquier posibilidad» de que pueda encontrarse amparado en el ordenamiento jurídico «un castigo físico a los menores, preservando siempre los derechos del niño».



Los asesinos de niños no nacidos, los corruptores de menores mediante la enseñanza y los medios de información, pretenden castigar penalmente a los padres que corrijan a sus hijos. (¡Y lo hacen al amparo de reformas en las leyes de adopción!). Con estas leyes cabe la posibilidad de que sea el niño cruel y consentido quien mande al padre a la cárcel por darle un par de azotes en el culete. Por descontado va en contra de la ley de Dios; pero además contra todo sentido común. Se inscribe también en una tendencia a que sea el niño cruel e incorregible, como en otro ámbito ya lo son lo es el delincuente, el terrorista, el malo, el parásito y el vago, quien ha de ser protegido y mimado. La víctima real que se calle, que sea "democrática", dialogue, "perdone" y se fastidie.

Este totalitarismo luciferino, que interviene hasta en el ámbito sagrado de la familia, responde por un lado al afán de legislar y de ser políticamente correctos
de políticos mostrencos; pero por otro responde también a un plan claro, con una línea ideológica bien marcada y coherente, la de la nueva izquierda. Recomendamos, como introducción, los siguientes artículos:

Es necesario que la sociedad española reaccione y ponga fin a esta espiral de locura, que está conduciéndonos hacia la más abyecta tiranía.



En la web de FARO:

 



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